De la injerencia extranjera a los reconocimientos internacionales

Es por lo menos chistoso que muchos colombianos (no sólo del gobierno) estén ‘indignados’ por las consignas contra Álvaro Uribe en el acto ése en Armenia al que asisitió el embajador de Venezuela, Pável Rondón, quien en ningún momento dijo nada contra Uribe ni contra el gobierno de Colombia. Nuestro nuevo canciller salió a vociferar, diciendo que no iba a tolerar intervención de otros países en nuestros asuntos internos. En cambio Uribe le bajó el tono al tema, pues él siempre se pone mansito cuando se trata de Venezuela, sobre todo si está Chávez de por medio. Y aunque no es la primera vez que Uribe le habla pasito al chamo de la camisa roja, lo ciertto es que esta vez puede tener razón, pues estaban tratando de armar una tormenta en un vaso de agua. ~ ~ ~ ~ ~ Es curioso que muchos de los que hablan de la supuesta intromisión extranjera en Colombia suelen referirse a diplomáticos o funcionarios de países cercanos como Venezuela o Ecuador, pero en cambio no dicen nada de las descaradas declaraciones e intervenciones de los diplomáticos de las potencias europeas o de Estados Unidos. Desde los tiempos de Lewis Tambs, pasando por McNamara, Toft, Frechette o William Wood, los gringos intervienen constantemente. Lo mismo han hecho otros extranjeros como Parfait (espero que se escriba así; mi francés es pésimo) y hasta los papas como Juan Pablo II y Benedicto XVI. Pero en esos casos nadie se pronuncia. Por otra parte, cuando tales funcionarios extranjeros hacen declaraciones a favor del gobierno y de sus logros, ahí sí no se habla de injerencia extranjera en nuestros asuntos internos, sino de reconocimientos internacionales. Mientras se siga calificando todo con ese doble rasero, no nos van a tomar en serio en la comunidad internacional. Ni en Ecuador ni en Suiza.