Mentiroso, mentiroso

Las mentiras de Juan Manuel Santos no son nada nuevo; no sé por qué hay quienes se sorprenden al ver cómo el flamante ministro de Defensa cae una y otra vez, víctima de su larga lengua.

Lo vimos cuando calumnió a Rafael Pardo, cuando dijo que habían hecho el mayor decomiso de coca de la historia, cuando aseguró que la amapola había quedado erradicada en el país, cuando afirma [gagueando pero sin sonrojarse] que el gobierno Uribe acabó con los paramiliatres, etcétera...

El mismo Santos, en diversas entrevistas, ha dicho que el presidente Nixon no se cayó por chuzar a los demócratas, sino por decir mentiras, afirmación con la cual él mismo se clavó la daga en el pescuezo, pues siempre tapa una mentira con otra.

La más reciente de estas mentiras la puso en evidencia el periodista Juan Gossaín, a quien Santos sacó a relucir en un debate en el Congreso ayer martes, 29 de mayo.

Según el periódico El Tiempo, “el incidente al que hizo referencia Santos ocurrió durante el Gobierno de Ernesto Samper.

En esa ocasión, Santos se reunió con Samper y éste, según el Ministro de Defensa, le ofreció medio gabinete a cambio de que dejara de exigirle públicamente su renuncia.

En un confidencial publicado en ese momento por RCN Radio, Gossaín afirmó por el contrario que era Santos quien le había pedido a Samper los puestos en el gabinete.

Ayer, en el debate sobre interceptaciones ilegales, Santos dijo que Gossaín le reveló que fue Juan Fernando Cristo, entonces funcionario del Gobierno Samper, la fuente de esa información”.

Gossaín, de manera tranquila pero categórica ha desvirtuado las mentiras de Santos, y en un editorial emitido por RCN Radio le dijo: “Ministro, le exijo que me respete; así no me aprecie”.

Conociendo a Gossaín, se sabe que es muy difícil que le saquen la piedra ¡...y Santos lo logró!

--- De manera que no nos llamemos a engaños: más pronto que tarde JMS va a tener que salir del gabinete y del ministerio de Defensa que tanto lagarteó durante años. Y lo peor, es que tendrá que hacerlo por la puerta de atrás.