Nada nuevo

Un hit se apuntó el periodista del diario argentino Clarín, Pablo Biffi, con su entrevisa a Raúl Reyes en este preciso momento en el que se esperaba una respuesta de las Farc a la intermediación de Hugo Chávez para destrabar el tema del intercambio humanitario. En ese reportaje salió a relucir la desfachatez y la frialdad de alias Raúl Reyes. ¡Manda cáscara...!, como dicen los costeños. Las respuestas que ese tipo le dio a ‘Clarín’ debieron caer como un balde de agua fría a quienes se estaban ilusionando con ablandamiento de las Farc. ¿Quedó alguien fuera de lugar con la actitud de ‘Raúl Reyes’ al negar de plano la posibilidad de liberar a los secuestrados ‘canjeables’ en alguna parte fuera de Colombia, tal como lo propuso Uribe? ¿Se debería uno sorprender con el cinismo de una de las cabecillas de las Farc, quien nuevamente sale a dárselas de defensor de los pobres y los oprimidos del país, mientras trata por todos los medios de justificar los crímenes que cometen él y sus forajidos? ¿Pensaba alguien que las Farc iban a ceder así porque sí, sólo porque ahora Chávez está metido en el tema? El NO (así, en mayúsculas) es la respuesta natural a estas tres preguntas que surgen ahora. Hay que ser muy ignorante, o muy ingenuo, como para creer que las Farc van a ceder al tema del despeje en Colombia. Ellos en esa exigencia no piensan retroceder, como tampoco piensan moverse de la tajante condición de cambiar a ‘Simón Trinidad’ y a ‘Sonia’ por Íngrid Betancourt, más los tres gringos que tienen en su poder. Ya se dijo antes en este mismo espacio: como están las cosas, es mejor no hacerse ilusiones con el tema del intercambio. Eso sólo va a suceder cuándo y cómo a las Farc les venga en gana. Se les pueden morir otros tres, nueve o quince secuestrados más y a ellos les va a importar un bledo. Ellos ya están en otra dimensión, en la que poco o nada vale la vida de los compatriotas que se están pudriendo (vivos y muertos) en la selva.