jueves, abril 29, 2010

De la ruindad


Después de casi ocho años de guerra, me parece un poco descarada la forma como el gobierno nacional trata de atravesarse a cualquier iniciativa de paz promovida por organizaciones sociales, como es el caso de Colombianos por la Paz y su propuesta de diálogos regionales. Bueno, creo que me equivoco: en realidad no me parece descarada sino ruin la manera en que el gobierno desautoriza, ataja, bloquea la realización de diálogos regionales con la guerrilla para buscar un intercambio humanitario.

Debo decir, como ya lo he hecho antes, que hay muchas cosas que no me gustan del estilo de Piedad Córdoba, como el exceso de protagonismo y de locuacidad de que ha hecho gala en ocasiones anteriores; tampoco me parece chévere esa familiaridad con la que a veces se trata con los tipos de las FARC. Sin embargo, en la medida en que siga trayendo gente del monte, para que se reencuentre con sus familias, todos esos defectos terminan convertidos en meras tonterías.

Volviendo al tema, hay una poderosa razón que me permite calificar como ruin la decisión del gobierno de obstruir esas gestiones de Piedad, de las cuales ella le está hablando abiertamente al gobierno y a la sociedad. A mí me molesta sumamente que el gobierno de Álvaro Uribe se oponga a esos diálogos regionales con las FARC o el ELN después de que en diciembre de 1992, el entonces senador se reunió con familiares de Pablo Escobar, por esos días prófugo de la justicia, para “buscar un mecanismo que le ofreciera la seguridad requerida para someterse a las autoridades”, encuentro que además hizo “por iniciativa propia, sin previa consulta con el Gobierno nacional, tal y como lo reconoció el mismo Uribe en un comunicado de la época, en el cual agregaba: “el móvil de mi actuación ha sido contribuir, dentro del marco del Derecho, a que cese esta fuente de violencia que tanto golpea a Medellín y al país”.

Con tal antecedente, yo no sé entonces con qué cara viene ahora Uribe a cerrar de plano cualquier contacto con la guerrilla, después de que él tuvo semejantes acercamientos con la esposa del que en su momento fuera catalogado como el peor criminal en la historia del país; el mismo que había comercializado millones de kilos de droga, asesinado a miles de compatriotas y rociado de sangre y de dolor nuestras ciudades. Yo no recuerdo que para promover esa reunión Uribe hubiera exigido nada de Pablo Escobar, que no era menos narco ni menos sanguinario que los comandantes guerrilleros de la actualidad.

Si a Uribe le parecía tan importante buscar la paz de Medellín con un delincuente de la talla de Escobar, no se entiende por qué no puede dejar que la senadora intente un diálogo con las FARC para ponerle fin al sufrimiento de tantas familias que tienen a sus parientes pudriéndose en la selva. ¿No debería ser un poco coherente?

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6 comentarios:

  1. Hey Vlado empezo la campaña sucia de RCN y Caracol TV contra Mockus, algo se puede hacer?
    Vlado... unase a la ola verde, necesitamos ser activos. Ideas

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  2. Debería, pero no es y juega a que los colombianos son estúpidos y no tienen memoria.

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  3. Por ke no aparece mi anterior comentario?

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  4. ¿Coherente Uribe?
    Eso es un oxímoron...
    Buen artículo, Vladdo.

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  5. Me encanta que usted traiga esos recorderis de nuestro presidente, el cual tal parece que tiene problemas de memoria, para lo que le conviene, por supuesto.

    En cuanto a Piedad Cordoba,es una lastima que, a ratos, ella misma se sabotee con esas actuaciones que usted bien describe y que hace aparecer como malas las maravillosas cosas que ha hecho por los secuestrados.

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  6. Buen post, excelente su segundo párrafo, si personajes de los medios de comunicación tuvieran la sensatez de llegar a tan acertada opinión de la negra, seriamos menos ciegos y comenzaríamos a educar nuestra memoria

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