lunes, mayo 10, 2010

Subjetivo, pero independiente

La siguiente es mi respuesta a un artículo del periodista Jorge Gómez Pinilla, donde pone en tela de juicio mi independencia, debido a mi simpatía por la campaña de Antanas Mockus. [Ambos textos están publicados en www.semana.com]

He recibido numerosos comentarios acerca de mi apoyo a la candidatura de Antanas Mockus. Algunos han insinuado que he perdido mi objetividad y que he comprometido mi independencia al respaldar abierta y activamente el proyecto político de los Verdes. Otros han ido mucho más allá, llegando incluso a preguntar qué cargo ocuparía yo en un eventual gobierno del ex rector de la Universidad Nacional.

Pues bien, todas estas hipótesis parten de una premisa equivocada, cual es la de confundir objetividad con independencia. Quienes opinamos en los medios, antes que periodistas o analistas, somos ciudadanos, y por lo tanto tenemos derecho a escoger quién queremos que nos gobierne. Consecuentemente, como fruto de nuestros conocimientos, gustos y experiencia, tenemos unas preferencias y unas creencias que necesariamente se tienen que reflejar en nuestro trabajo.

En mi caso particular, son de público conocimiento mis posiciones, no sólo en el terreno político, sino también frente a los distintos temas a los que uno se refiere en este quehacer periodístico. Y cuando me invitan a trabajar en algún medio los editores y propietarios saben perfectamente dónde estoy ubicado en esas materias. A mí me contratan para que manifieste mis puntos de vista y no para opinar quirúrgicamente equilibrado. Se trata de poner en papel mis apreciaciones subjetivas, de acuerdo con mis convicciones. Y así como algunos defienden unas causas, otros defendemos unas diferentes, y lo decimos y lo debatimos abiertamente en nuestras columnas o viñetas.

Nunca he pretendido ser objetivo ni equilibrado en mis caricaturas, ni en Un Pasquín; de hecho todo el mundo sabe cuáles son mis inclinaciones políticas, sociales, religiosas, etcétera, porque yo las hago explícitas. No es lo mismo opinar que informar y mis caricaturas y columnas son opinión pura, recargada, subjetiva.

En esta campaña presidencial, y por razones éticas, morales y profesionales, mi opinión es 100% contraria a JM Santos y muy favorable a Mockus. Sin embargo, así yo sienta mucha simpatía por el profe, si él –como candidato o gobernante– incurre en alguna falta, o hace algo criticable, yo tengo que seguir haciendo mi trabajo; pues al fin y al cabo yo no soy empleado de su campaña, ni seré funcionario de su gobierno. Y tampoco soy defensor particular ni vocero oficial de Mockus ni del Partido Verde.

Y aquí viene la confusión (¿o tergiversación?). El hecho de que uno sea subjetivo no quiere decir que deje de ser independiente. No es lo mismo respaldar a un político por simpatía o por convicción, que hacerlo a cambio de un contrato, un nombramiento o cualquier otra prebenda. Ningún político, funcionario o empresario puede decir que en mis casi 25 años de carrera he criticado o defendido a alguien a cambio de algún favor.

Algunos periodistas han alternado su ocupación con tareas diplomáticas o burocráticas, cosa que respeto. Otros más frescos las han ejercido simultáneamente, sin sonrojarse; allá ellos. Pero si yo algún día decidiera aceptar un puesto público abandonaría definitivamente mi carrera periodística; pues detesto esa puerta giratoria que hay entre el periodismo y la política.

En conclusión, la independencia y la objetividad son dos cosas diferentes; y así como no se puede confundir respetar con admirar, ni Parkinson con Alzheimer, cuando se trata de opinar, la objetividad y la independencia no se pueden equiparar.

8 comentarios:

  1. De acuerdo!
    Muy ilustrativa esta columna... entre otras, porque creo que rescata una mirada más objetiva hacia nuestros gobernantes... Usted lo dijo en twitter, si Antanas la embarra, tendrá que tirarle duro con sus caricaturas...

    ResponderBorrar
  2. Bien dicho, si tiene alguna critica contra el profe, no hay problema desde ke tenga bases. El problema es cuando el negocio se ve amenazado, muchos periodistas y politicos ven como el negocio de la politica se les va de las manos.

    ResponderBorrar
  3. En el siguiente link puede encontrar un artículo del escritor y periodista, Malcolm Gladwell, con seguridad éste le dara más argumentos para soportar su tesis. http://www.gladwell.com/disclosure.html

    ResponderBorrar
  4. Tal vez ese tipo de posturas frente a la realidad nacional son las que le faltan a muchos periodistas en este país. Les falta la panela.

    ResponderBorrar
  5. El derecho de opinión tiene el carácter de fundamental, por lo demás la objetividad absoluta no existe. Vote sondeo de opinión por quién votará en primera vuelta: http://urrao.blogspot.com

    ResponderBorrar
  6. No entiendo porque lo critican si la mayoria de los columnistas manifiestan abiertamente sus simpatias hacia X o Y candidato, eso no tiene nada de malo. Y los grandes diarios, por lo menos aqui en EE.UU, editorialemnte manifiestan publicamente cual candidato presidencial es su favorito, manifestando la razon del apoyo, ahora si en el camino, el elegido se equivoca, no hay mordaza para criticarlo despiadamente.

    ResponderBorrar
  7. Creo que lo verdaderamente malo sería darle el apoyo hoy para tener que criticarlo mañana. No porque se esté comprometiendo la independencia y objetividad, sino por todos los ataques que se recibirían de los enemigos en el futuro, que se pegarán de este apoyo para decir exactamente lo mismo que dijo el columnista.

    ResponderBorrar