jueves, junio 09, 2011

Reflexiones de un retiro

Cuando me retiré del Partido Verde, a comienzos de marzo pasado, Antanas Mockus me escribió una carta, pidiéndome que recapacitara y que diera la pelea desde dentro de esa organización. Yo le contesté declinando su amable invitación, porque el mal de Peñalosa y sus coqueteos con Álvaro Uribe ya se veía irreversible. A propósito del retiro de Antanas de las toldas verdes, hago públicos algunos apartes de esa respuesta, que contiene alusiones a muchas cosas que a mí también me parecieron muy difíciles de digerir.
“Desde el año pasado –usted lo debe recordar– yo he echado de menos en la plataforma del Partido Verde un sólido componente ambiental. Luego, con el correr de los meses y luego de las tragedias mineras, las inundaciones y el asunto de la explotación minera indiscriminada, creo que el partido ha faltado a lo que deberían ser sus compromisos con la ecología, el medioambiente y el desarrollo sostenible. Y si a eso sumamos la indiferencia con que los representantes y voceros del Partido Verde han asumido la cuestión taurina, el panorama es poco prometedor. No basta con emitir un comunicado o dejar una constancia; el Partido Verde debería hacerse oír todo el tiempo en defensa de las causas ambientales y eso no ha pasado ni está pasando. Así lo dije en la campaña y así lo sigo creyendo. Ese fue, digamos, el primer campanazo interno que me hizo cuestionar mi militancia en la Ola Verde.

Y si a ese descontento ecológico se suma el acercamiento absurdo del actual candidato a la Alcaldía de Bogotá con un ex presidente que viene de la antípoda del ideario que usted ha forjado a lo largo de su carrera política y con el cual se ha ganado no sólo nuestro respaldo, sino nuestro respeto y cariño, mi incomodidad ya se volvió insoportable.

Como es obvio, nunca habría de ponerlo a usted en la incómoda tarea de justificarse o de justificar las acciones del partido. No soy tan importante ni tan soberbio; soy apenas un ciudadano más, y no tengo derecho a pedir una rendición de cuentas ni nada que se le parezca sobre los procederes del Partido.

No obstante lo anterior, quedé aterrado desde que vi al ahora candidato oficial del Partido Verde implorando por el apoyo de un cuestionado ex presidente, con todo lo que representa y su discutible estilo peculiar de concebir y hacer política; estilo que usted mismo no comparte y ha rechazado en reiteradas ocasiones, no sólo esta semana sino en un pasado menos reciente. Por eso me causó mucha extrañeza y no poco dolor que, al proclamar al ahora candidato oficial del Partido, usted supuestamente hubiera resuelto poner por encima los intereses de Bogotá, dejando de lado las diferencias personales con personajes como el ex presidente de marras.

Aunque esa decisión podría verse como un acto de generosidad de su parte, es indudable que al analizarlo con detenimiento se deducía que se trataba de algo más: con esa declaración suya se estaban echando por tierra unos principios a cambio de una posible victoria electoral. Y ese no es usted. Ese no es su estilo. Ese no es su talante. Ese no es el Antanas por el que miles de colombianos soportaban estoicamente un aguacero en las plazas colombianas.

Usted nos ha inculcado que en política no todo vale. Y así lo vivimos en la campaña presidencial del año pasado. Lo suyo es el juego limpio, la legalidad y la meritocracia; principios que se contradicen con la forma de gobernar que azotó a este país entre 2002 y 2010 y que usted, en una hermosa campaña, quiso erradicar. Es verdad que no logramos plenamente nuestro objetivo, pero no todo se perdió. La gente vio que había otra forma de hacer política, que había caminos limpios para acceder al poder. Y aunque perdimos estrepitosamente, lo hicimos con dignidad, lloramos la derrota con orgullo y con el alma limpia.

[...]No quiero apoyar un Partido postrado ante la politiquería, ni pactando con maestros de la trampa y expertos en la cultura del atajo.[...]

En la campaña para la Alcaldía de Bogotá –la más importante del país– se necesita un candidato que lleve con ímpetu las banderas del juego limpio, la decencia y el cambio de las costumbres políticas. Las banderas de la protección del medioambiente. Las banderas de la defensa de los animales, esenciales en cualquier partido que se autoproclame como verde. Con lo que hemos visto en las últimas semanas, el ahora candidato oficial tal vez represente la institucionalidad del Partido Verde, pero no representa a miles de militantes que como yo, se sienten defraudados. Y no los representa porque para él está primero su interés de llegar al Palacio Liévano sin importar cómo ni con quién. De hecho, parece estar haciendo campaña más por fuera que por dentro del Partido.

Si alguien más recogiera esas banderas y rescatara la maltratada dignidad del Partido, puede tener la certeza de que millones de manos lo estarán apoyando. Y lo haremos con infinito entusiasmo, con el más profundo deseo de recuperar la esperanza y, lo más importante, con la conciencia tranquila. Tal y como usted nos ha enseñado a participar en política”.

8 comentarios:

  1. Yo le comparto la mía:
    http://www.angelarobledo.com/Home/opinion/tabid/416/ctl/ReadAngelaRobledo/mid/1213/ArticleId/1861/language/es-CO/Default.aspx

    Att. Nicolás G.

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  2. la etica-moral o la conciencia moral no fue inventada en la era del cuaternario, por eso apoyo a mockus y sus ppios.(o los de cada persona, q condidero inalienables).

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  3. El "NO todo vale" es lo que me hizo creer en Antanas, porque yo sí creo posible que el verdadero cambio en mi país, repito, MI país, el de mis hermanos y el que sueño para mis hijos, puede ser real y esta generación puede generar esa transformación. Coherencia y coraje demostró hoy Antanas Mockus y con lo que hizo, logró que mi admiración y fé en él creciera. Muchas gracias por respetar su integridad y la de nosotros quienes desde el principio creímos en usted.

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  4. El "NO todo vale" es lo que me hizo creer en Antanas, porque yo sí creo posible que el verdadero cambio en mi país, repito, MI país, el de mis hermanos y el que sueño para mis hijos, puede ser real y esta generación puede generar esa transformación. Coherencia y coraje demostró hoy Antanas Mockus y con lo que hizo, logró que mi admiración y fé en él creciera. Muchas gracias por respetar su integridad y la de nosotros quienes desde el principio creímos en usted.

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  5. Con la renuncia de Antanas solo resta cerrar los ojos, respirar profundo, abrir los brazos, levantar la cabeza y exclamar:

    JUEPPPPUUUUUUUTTTTAAAAAAAAAA!!! que se vaya Peñalosa!

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  6. Creo que muy poco se ha perdido y hay que seguir la vida ademas seguir mejor en hacer politica...nunca volber a cometer los mismos errores...como dejar en cargos a personas que no tenian ni capacidad y menos virtudes..para desempeñarlos ..como el director carlos ramon gonzales..procesado por peculado en el consejo de Bucaramanga.. y otros con graves antecedentes...ahora queda informar para que no sigan engañando a la gente en las futuras campañas...y estos problemas no son de un partido son de un pais COLOMBIA

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  7. Quisiera comentar pero el filtro no me lo ha permitido. Qué puedo hacer entonces? Y, no soy de los que lanzan ofensas a diestra y siniestra; simplemente opinión en torno al artículo.

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  8. Querido Vladdo,

    Me trajo aquí un correo que me enviaron titulado 'El pobre presidentico' que ilustra de manera muy didáctica esta tragicomedia.

    Estuve con usted codo a codo el último día de campaña junto a otros entusiastas alrededor de Antanas.
    Luego del duelo, me jacté de no estar en el país desde el cambio de gobierno, viajé el 4 de agosto, con una mezcla de orgullo verde y decepción tricolor.

    Lo digo en pasado, porque de todas maneras he vivido el país desde lejos y las últimas semanas he sufrido el desprendimiento de las personas que me daban alguna sensación de 'pertenencia política'.

    Lástima que la resistencia, el olvido y la desvergüenza sean las columnas comunes de la mayoría de organizaciones sociales en el país, y ahí si cabe decir que la unión hace la fuerza.

    De todas maneras sus escritos y dibujos caricaturescos inspiran a esta solitaria colombiana, en contraste con tanto 'reportaje' mediocre y vacío disfrazado de oficial y objetivo.

    Un abrazo!

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