¡Extra...! ¡Extra...! Cartagena es insegura

Finalmente, luego de años de denuncias por los problemas de inseguridad en Cartagena, las autoridades han caído en cuenta de que, efectivamente, en esa ciudad se están presentando problemas ¡...de seguridad! Los atracos son cosa de todos los días y con todo tipo de armas, desde picos de botella hasta armas de fuego de todos los calibres. Por tal razón, los gobernantes de Cartagena y de Bolívar, lo mismo que la policía local, se han pronunciado de distintas formas para tratar de resolver el problemita. Pese a que la seguridad de la ciudad se ha deteriorado seriamente en los últimos años y a que han sido muchos los ciudadanos afectados, sólo hasta ahora, luego del atraco al ex alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa, ocurrido en enero, las autoridades empezaron a pellizcarse. Pero lo que hizo encender ruidosamente las alarmas fue el intento de atraco a los turistas italianos Maurizia Ascoli y su esposo Gianbattista Traverso, el fin de semana pasado, hecho en en el cual perdió la vida la señora, mientras que su marido quedó gravemente herido. Tuvo que ocurrir algo así (lo de Peñalosa y, sobre todo, lo de los italianos) para que las autoridades, ¡finalmente! se pronunciaran, no sin antes agregar que el de los turistas mediterráneos era un caso aislado. ¿Habráse visto...! Atortolada por la repercusión internacional del tema, la Canciller, María Consuelo Araújo, salió a darle el pésame al embajador de Italia en Colombia y a pedir que los culpables sean capturados. Sin embargo, durante los años en que el problema afectaba a ciudadanos del común nadie decía ni mú. Ahora además se anuncia viaje del Vicepresidente a La Heroica dizque para revisar los planes de seguridad de la ciudad. Ahora resulta que Francisco Santos no sólo es experto en lucha contra las drogas, sino también adalid en temas de corrupción; ducho en asuntos del Plan Colombia y, como si fuera poco, perito en seguridad urbana. ¡Vaya sorpresa! Con todos los eventos culturales que se llevarán a cabo en los próximos días, semanas y meses en Cartagena, la inseguridad no es la mejor de las noticias. De hecho Uribe debe estar furioso por la divulgación de estos problemas; por algo sacó a La Conchi y a Pachito a que le pongan la cara al mundo. La verdad es que dadas las condiciones de miseria en que vive la capital de Bolívar, lo raro es que esa ciudad no sea más insegura. Hay que ver lo deprimente que es aterrizar en su aeropuerto rodeado de tugurios; en especial en invierno, cuando el agua de los solares se cuela hasta las salas y dormitorios de las casuchas. No se trata de justificar la inseguridad con la pobreza, pero algo sí debe influir la falta de oportunidades en una ciudad que es orgullo del país, pero en la cual las diferencias sociales son abismales. Y donde los más poderosos del país se sentían hasta ahora a sus anchas, protegidos por las murallas de la ciudad vieja que los distanciaba de ‘esos negros tan peligrosos’. Y si eso pasa con Cartagena, no debemos extrañarnos de lo que está pasando en Quibdó, ciudad abandonada a su suerte y que está naufragando en medio de la sed y la insalubridad...