jueves, octubre 15, 2009

Las mentiras de El Tiempo


La grotesca expulsión de la columnista Claudia López de El Tiempo, es muy lamentable, pero no debería sorprender a nadie; lo sorprendente es que no la hubieran botado antes de un periódico pseudoindependiente, y del cual se decía desde hace años que no era liberal ni conservador, sino gobiernista.

Hace unos meses, en un almuerzo, Francesc Solé, presidente de Editorial Planeta y miembro de la junta directiva de El Tiempo, me preguntó cómo veía el periódico. Sin dudarlo, le respondí que yo leo El Tiempo desde hace 33 años y que nunca lo había visto tan malo. Ante su cara de sorpresa, procedí a explicar mi respuesta con un pequeño ejemplo.

El año pasado, cuando fue arrestado el ex senador Mario Uribe todos los periódicos del mundo (en España, Alemania, Francia, Estados Unidos, Argentina o México) titularon: “Capturado primo de Álvaro Uribe por nexos con paramilitares”. En cambio El Tiempo, se limitó a decir: “Ambiente político, al rojo vivo”.

Luego hice otras observaciones sobre el periódico, ante lo cual Francesc reconoció que había muchas cosas por corregir y que estaban trabajando en eso. Pero creo que en ese proceso de mejora el episodio con Claudia es un retroceso enorme, pues a la forma tan grosera como la corrieron, se suma el absurdo editorial con el cual el autor (no sé si Roberto Pombo, Ricardo Ávila, José Obdulio Gaviria o el propio Juan Manuel Santos) pretende justificar la decisión, pero sin ir a la pepa del asunto; y deja sin absolver las inquietudes expuestas por la ex columnista en su artículo.

La arrogante explicación sobre la despedida de la brillante investigadora está plagada de mentiras; empezando por aquella donde dice que “que El Tiempo ha respetado y defendido en forma indeclinable a lo largo de sus casi 100 años de existencia” la libertad de expresión. No hay nada más falso. ¿Acaso se les olvidó la forma como botaron al columnista Klim? Yo también sufrí en carne propia la censura impuesta por ellos más de una vez. Cuando tenía 23 años y era colaborador de ese periódico, Hernando Santos llegó al extremo de cambiar abusivamente el texto de una caricatura mía y cuando le hice el reclamo me botó.

Si quieren saber qué entienden en El Tiempo por libertad de expresión no es sino preguntar cómo filtran las caricaturas antes de su publicación. O que nos digan por qué publican cartas apócrifas, atribuidas a personas que no las escriben.

Por ese concepto tan original de la libertad de expresión fue que luego de que Álvaro Uribe insultó a Alejandro Santos por televisión, el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Enrique Santos, dijo que el Mandatario era un garante del ejercicio del periodismo.

Desde antes de que entrara a la órbita de Planeta, en ese periódico la censura ha sido una práctica cotidiana, porque, como decía su antiguo eslogan, El Tiempo no se detiene.

5 comentarios:

  1. Increible que el primo de Pablo haya llegado a meter mano en los editoriales de El Tiempo. De otra parte, qué pena con DAVID MURCIA, pues en el programa AIS se invertían $5 millones y se recibían $100 millones y mientras el primero asaltaba a los privados en el segundo se le metía mano al erario. Hay algún mensaje en lo de la bienestarina pues parece que 44 millones de colombianos necesitamos dósis de ese alimento, al cual sí tienen acceso los marranos.

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  2. Viejo la noticia es:

    Álvaro Uribe no sufrió de gripe porcina, la incapacidad se la dieron por alguna otra cosa que no conocemos.

    La explicación es muy sencilla: los trabajadores de la salud han recomendado lavarse las manos no menos ocho veces diarias, el señor Uribe lo hace más a menudo. Ayer en la tv que tenemos la oportunidad de ver aquí, nos sorprendimos al ver y oír al mentado responder en relación de aprobación por parte de la Corte Suprema de Justicia a la solicitud de extradición de David Murcia G. a USA: “estamos en un Estado de derecho” (la mayúscula como la sorpresa son mías). Así las cosas el Estado es como un trapito que se enjuaga y seca entre la opinión y el derecho según las circunstancias nasales de Uribe.

    Respecto al periódico de marras: los publireportajes se les cuelan, o los que contratan también en las “columnas de opinión dominicales no editoriales”. La última a bordo de bicicleta con motor afirmando que no son peligrosos corceles (por su velocidad y contaminaciones acústica y gases de exosto), pobre de aquel peatón que se atraviese o respire a una de esas cosas.

    Sin más,

    Alejandro Vakèen

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  3. Es una oportunidad para hacer notar que ese tan tradicional como falso concepto del 'periodismo independiente' no existe. En alguna parte habrá nacido ese concepto como un ideal, sin embargo, mientras los medios tengan dueños y los periodistas tengan que vivir de un salario, de una pauta, o incluso, de una ilusión, pues a alguien deberán someter los sentimientos de su conciencia.

    El caso de la señora que expulsaron no es malo por el hecho sino por la forma, pues si de calumnias se trataba, fueron muchas las que ella profirió en nombre del sensacionalismo y el posicionamiento de su propio nombre.

    Pudieron echarla por cualquiera, eligieron convenientemente la que solo los afecta a ellos, pues ni les importa.

    Cuando a uno le quieren partir la papaya, debe estar seguro de que se lo harán en la primera oportunidad que la exponga.

    @chandaxi

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  4. Tienes todita la razon Vladdo.

    No se le agrega más... pues con lo que dices es suficiente, gracias por tus puntos de vista.

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  5. Ya decia Fernando Gonzalez en Nociones de Izquierdismo: "... dicen tanta bobería en La Razón y El Tiempo porque quieren engañar al pueblo; representan a la colonia, a los gobiernos coloniales que han mantenido sumiso al pueblo colombiano abusando de todo lo sagrado: la amistad, el amor que tiene el pueblo a sus hombres representativos, la religión, etc."

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