jueves, mayo 19, 2011

No entiendo

No entiendo por qué José Fernando Bautista aceptó la embajada de Colombia en Venezuela, pese a que era consciente de que había tenido, antes de posesionarse en su cargo, una relación tan cercana con el tristemente célebre grupo Nule. Además, lo hizo a sabiendas de que los Nule ya estaban envainados, pues el escándalo del carrusel de la contratación en Bogotá había estallado meses antes de su nombramiento y posesión en Caracas.

No entiendo por qué este ex ministro llegó a creer que sus anteriores vínculos con los Nule no eran impedimento para ejercer su cargo. ¿Habrá pensado que eso nunca se iba a saber? Dada su estrecha cercanía con el Presidente de la República, ¿le habrá hablado del tema cuando lo llamó a ofrecerle el puesto? ¿O le habrá comentado y al presidente no le importó?

No entiendo por qué ese detallito no fue considerado por Bautista antes de que resolviera convertirse en el representante de Juan Manuel Santos ante su nuevo mejor amigo. No me explico cómo alguien puede olvidar que en el mundo en que vivimos es poco lo que una persona famosa o anónima puede ocultar.

No entiendo por qué el ex ministro no se dio cuenta de que, en sus circunstancias, era poco lo que podía aportarle al nuevo gobierno, empeñado en restañar las heridas en las relaciones binacionales; un mal heredado de la administración de Álvaro Uribe Vélez. Dicho lo anterior, hay que reconocerle al ex embajador que con su renuncia, quizás, evita en parte que su situación personal perjudique la labor de la Cancillería y de la propia Casa de Nariño, a las que poco les convenía agregar otro escándalo a la larga lista de ollas podridas que cada día se destapan a lo largo y ancho del país.

No entiendo por qué a unas figuras sí les cobran y a otras no, sus relaciones o contactos con personajes que en el pasado reciente eran grandes empresarios, a los que muchos perseguían y adulaban y que ahora se encuentran en líos con las autoridades. (En estos días se ha cuestionado incluso a Juan Carlos Echeverry, por un estudio que hizo para la hoy emproblemada Saludcoop a finales de 2009, meses antes de que fuera nombrado ministro de Hacienda de Santos; pero eso es harina de otro costal).

No entiendo por qué, mientras al periodista Jorge Lesmes y al comentarista Guillermo Díaz Salamanca casi se les acaba la vida por haber trabajado para DMG, Mauricio Vargas no sólo no habla de su trabajo con los Nule, a quienes les abrió las puertas de la ciudad y la sociedad bogotanas, sino que además sigue muy campante dictando cátedra política en su columna semanal en El Tiempo. ¿Hasta cuándo trabajó con ellos? ¿Hasta cuándo disfrutó de sus favores?

Mmm… No entiendo.

6 comentarios:

  1. No entiendo como este país aguanta tanto......

    ResponderBorrar
  2. nunca terminaremos de entender...

    ResponderBorrar
  3. Probablemente no valga la pena publicar este comentario. No sé qué hacer con algo que escuché hoy y ni siquiera entiendo del todo, pero puede ser importante.

    Esta tarde no pude evitar escuchar algo que me dejó un poco alarmada, así que lo comparto en esperanzas de que sirva para algo la información. Dejé una imagen con lo que recuerdo en http://yfrog.com/h3qpbqp .

    ResponderBorrar
  4. ¡Está muy bueno, casi me ahogo por tratar de disimular la risa! (estoy dizque trabajando, pero no me puedo resistir ante una havladdoría)

    ResponderBorrar
  5. Vladdo: Cosas de financiación de las campañas y, además, yerno del Vicepresidente. Seguimos "revolcaos en un merengue, todos manoseaos".

    ResponderBorrar
  6. Yo tampoco entiendo porqué la Corte Suprema de Justicia o algunos de sus Magistrados (Yesid Reyes) no miden con igual rasero o la acuciosidad se hace selectiva...

    ResponderBorrar